VIVE LATINO 2019: máquina del tiempo
- Melodi CV
- 18 mar 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 19 mar 2019
Desde 1998 el Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, nos ha convocado a vivir la música desde diferentes escenarios, con artistas de distintas épocas y géneros, confirmando que ésta es un medio que nos permite viajar en el tiempo, recordándonos la adolescencia con bandas como División Minúscula o una tarde en nuestra infancia; con mamá cocinando y escuchando a Caifanes. Aunque la intención central de este evento ha sido presentar músicos iberoamericanos, poco a poco ha expandido sus carteles y derribando fronteras para traernos grupos/solistas de otras regiones internacionales como: Gorillaz, Editors, Snow Patrol, Queens of the Stone Age, entre otros, lo que ha convertido al VIVE LATINO en uno de los festivales más concurridos y esperados, año con año en américa latina.
Este año vivimos la edición número 20 en sábado, tras dos décadas de música por siempre teníamos anticipado que esto sería una fiestota, para todas las edades. Sabíamos que disfrutaríamos sí o sí, desde el ingreso al lugar.
Ideal para chicos y grandes, el VIVE LATINO 2019 preparó un espacio para las nuevas generaciones festivaleras: El Parque. Éste lugar se armó con un escenario para las pequeñas almas rockeras, un torneo de air guitar, fábrica de rockstars o la cabina de fotos; para no olvidar esta experiencia.
Ansiosos por escuchar a nuestras bandas favoritas, mis amigos y yo nos paseamos por el lugar para hacer la espera más leve. Fue imposible no gritar en las luchas de la AAA y pasar por el stand de Uber sin tomarnos una foto.
El primer viaje en el tiempo lo tuvimos con Jumbo, esta banda mexa originaria de Nuevo León, nos puso a cantar al ritmo de "Siento que…" y a mi mente llegaron fotografías de mis hermanos mayores en 1999.
Más tarde y regresando al 2019, Siddharta solista de indie rock jalisciense; nos puso a volar con el "FA", vibramos en "sintonía del planeta" y escuchamos "el amor en los ecos del viento". El escenario TELCEL, cantaba y bailaba con su música; regalándonos una tarde mágica.
La noche llegó, la noria iluminó esta fiesta y División Minúscula revivió nuestra adolescencia: ¡VIVA LA SECU! Probablemente todo lo hacíamos al revés en esos años, creíamos que no éramos tan jóvenes, menos tan viejos, pero sabíamos cuando debíamos ceder.
Fobia en el escenario principal; nos hizo sentir vivos, el foro sol estaba lleno, las gradas se iluminaron con las luces de los asistentes, fue inevitable viajar en el tiempo una vez más, pues es gracias a mi hermana mayor que conozco esta banda mexicana.
En este punto no podía más con la emoción de vivir un momento único con Caifanes, sabía que viajaría hasta mi infancia, recordando a mamá con sus cassettes y cantando "Los Dioses Ocultos". La espera terminó y estos iconos del rock mexicano, subieron al escenario principal; 90 mil personas cantamos de principio a fin junto a la ahora débil voz de Saúl Hernández, quien a pesar de no ser el mismo de 1986, nos transmitió su espíritu resistente y valiente ante las injusticias sociales con "Antes de que nos olviden", las lágrimas rodaban por mi rostro, recordando que "subiremos hasta el cielo y bajaremos con la lluvia". Sabo Romo paseándose por el escenario, nos prestaba su peine para peinarnos el alma, y al ritmo de "Heridos" su nuevo sencillo; nos invitaron a alejarnos de la noche para ver nuestras manos volar, sentir "el divino rescate" de nuestra pasión e invocar el beso salvaje de nuestros corazones. Unieron generaciones con un mismo fin: vibrar con su música.
Difícilmente podrá existir otro festival que nos haga trasladarnos de una época a otra, usando la música como medio y en un solo fin de semana. El Vive Latino nos regaló una fiesta mágica de recuerdos, colores, emociones, arte y además, nos convirtió en viajeros del tiempo.
¡Gracias a mamá por alimentarme con amor y música por siempre!
Por: Melodi CV
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